UN TORNADO LO CAMBIÓ TODO: LA HISTORIA DEL CLUB PÁDEL ROTA

Publicado el 28 de noviembre de 2024, 19:53

Fundado en 2003. Con el paso de los años se fue convirtiendo en el centro de ocio de muchos de los socios que mantenían el club. El 14 de diciembre de 2022, ocurrió la tragedia. Un tornado arrasó con todo el mobiliario del club. Parecía que podría ser el final de ese rinconcito donde los amantes al pádel practicaban su deporte favorito. Pero fueron estos mismos los que se empeñaron en sacarlo adelante. No iban a permitir que un tornado les arrebatara un pedazo de su vida. Fueron los socios, con ayuda tanto de la directiva, como de Jose y Juan Emilio, los que levantaron el club. Tras seis meses sin descanso, la avenida Juan de Jover número tres volvía a retomar su actividad deportiva. No solo habían conseguido volver a la normalidad, sino que venían con ganas de más, con muchas ideas frescas y novedades para, además de restaurar el espacio, darle un lavado de cara y mejorarlo para todo aquel que quiera pasar un buen rato con los suyos.  

“El Club Pádel Rota nace como idea por el año 2002, quedando oficialmente constituido el 14 de enero de 2003.
Manuel Márquez Acuña fue nuestro primer presidente, liderando una Junta Directiva que trabajó mucho y bien para dotar al club de gran parte de la infraestructura que hoy en día disfrutamos.
Todos estos años hemos sido un club que, usando el deporte de la pala, ha estrechado lazos entre los socios, fomentando los valores del deporte como fuente de diversión y disfrute. Los que hemos recogido el testigo seguiremos trabajando para que todos los socios puedan practicar este deporte en una constante evolución y mejora. Queremos ser un club en el más amplio sentido de la palabra, que sea centro de unión de familia y amigos, organizando eventos sociales paralelos a los del propio deporte del 20 x 10.”

FOTOS: MARIO RUIZ / ENRIQUE SÁNCHEZ / CLUB PÁDEL ROTA

La primera persona con la que se tuvo la oportunidad de charlar fue con Jose: Jose lleva diecisiete años en el club, llevando el mantenimiento de las pistas y todo lo que se refiere al mobiliario del club en general, exceptuando la zona de bar. Era la persona ideal para ponernos en contexto. “Entré en julio de 2007 a través de una oferta de empleo, y ya me quedé aquí hasta ahora”. Su vinculación al club coincidió con el primer “boom” del pádel. El segundo ha sido bastante reciente, justo después del COVID.

Imagen de Jose posando para Medio Punto. Enrique Sánchez

“EN 2007, EL PRIMER BOOM DEL PÁDEL, TODAVÍA TENÍAMOS PISTAS LIBRES, HOY DÍA, ESO ES PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLE”

Lo curioso de esta historia, es que Jose, cuando empezó a trabajar en el club, no conocía lo que era el pádel en ese momento: “Yo tenía entendido lo que todos conocíamos del pádel, que era un deporte de pijos. Con el paso de los años, me he ido enganchando a él, dentro de mis posibilidades, y se ha convertido en una parte de mi vida”.

Por aquel entonces, el bar no era una fuente de ingresos considerable, y el pádel, aunque hubo un “boom” como se ha comentado, no generaba lo que genera actualmente. La institución se ha ido manteniendo con la aportación de los socios -desde 20-30 hasta unos 360 que hay actualmente- y las ayudas de los patrocinadores -uno de los primeros, Rivera Flor- que han ido aportando su granito de arena con el paso de los años. 

Entramos en 2016. El club atravesaba una pequeña crisis, ya que el pádel, debido al auge de otros deportes, como por ejemplo el running, se dejó de practicar. “La cifra de socios bajó a 70-80 socios, hasta 2020, que ocurrió el segundo “boom” del pádel”. Comentó Jose. Los socios, que eran la principal fuente de ingresos del club, habían disminuído enormemente, y el club comenzó a deber dinero al Ayuntamiento.

Fotos del Club Pádel Rota actualmente. Mario Ruiz

Aunque suene extraño decirlo, el coronavirus “salvó” la economía del club. Una crisis mundial solventó la crisis institucional de un club de pádel. “Justo después del confinamiento, el pádel era uno de los pocos deportes que se podían practicar, y eso fue lo que nos salvó. Llegó un momento en el que nosotros alquilábamos 45 minutos de pista, por el tema del toque de queda a las 23:00 de la noche. Pasamos de alquilar sólo una pista los viernes, a tener lleno total en cuestión de pocos meses. En diciembre de 2020, ya teníamos todas las pistas ocupadas.

LA CATÁSTROFE. 

Nos remontamos a la madrugada del 14 de diciembre de 2022, concretamente a las 2:15 de la madrugada. Jose recibe una llamada de Vero, la dueña del bar del club en aquel momento. Jose contó que le habían informado de que un tornado había pasado por el club y derribado la valla. Al principio, creyeron que solo había causado ese daño. Sin pensarlo demasiado, Jose se vistió y se dirigió al club. En el camino, notó signos de que el tornado había causado una destrucción considerable. Al llegar, se reunió con Vero y ambos constataron que todo estaba completamente devastado. Jose, quien llevaba muchos años trabajando en el club y lo consideraba su segunda casa, quedó profundamente impactado y entristecido al ver tantos años de sacrificio y esfuerzo destruidos en pocos minutos. «Soy una persona muy pesimista y cuando vi todo destrozado pensé que hasta aquí llegaba el Club Pádel Rota. Desde el COVID hasta ese momento se había invertido mucho, y justo cuando estábamos en lo más alto, esto fue un golpe muy duro», comentó Jose. Después de asimilar la magnitud de la devastación, Jose, Juan Emilio, la directiva y todos los trabajadores del club tuvieron que realizar un gran esfuerzo de resiliencia para enfrentar el problema. «Empezamos a dedicar horas y horas, primero quitando una valla, después pintando, y poco a poco todo fue tomando color. Me acuerdo que al principio, con las moquetas dobladas, pensábamos que tendríamos que tirarlas, pero al final logramos arreglarlas también», relata Jose. En este largo camino, donde las fuerzas a veces flaqueaban, todos se volcaron con el club. Incluso recibieron mensajes de apoyo de jugadores profesionales de pádel como Juan Martín Díaz, Momo González y Javi Garrido. «La verdad es que en aquel momento fue un extra de motivación. No solo ellos, también clientes de Sevilla, Extremadura y Madrid me llamaron, diciendo que esto tenía que ser una broma», comenta Jose. Después del incidente, la economía del club se veía en grave peligro. Jose relata que el principal sustento fue la cuota de los socios, quienes no dejaron de pagarla, mostrando un fuerte compromiso con el club.

Estado de una de las pistas justo después de la catástrofe. Foto de archivo del Club Pádel Rota. 

Desde el punto de vista de la directiva, pudimos hablar con Javier García, presidente del club, para obtener una perspectiva más detallada sobre esta situación. «Lo importante era salvar los puestos de trabajo. Con las mensualidades de los socios podíamos aguantar varios meses. En cuanto al seguro, estábamos tranquilos, ya que quien lo gestionaba era uno de los socios fundadores, así que en ese aspecto no tuvimos problemas. Después de recoger información gráfica por parte de los peritos, nos pusimos manos a la obra. También me reuní con el ayuntamiento y conseguimos que nos cedieran las pistas que explota directamente para trasladar la escuela y así salvar los puestos de los monitores», cuenta Javier. El ayuntamiento, además de facilitar las pistas, también ayudó con la reconstrucción de la valla que daba a la calle y en la recogida de escombros, proporcionando personal y material.

La colaboración de los socios en las labores de reconstrucción fue crucial. «Recuerdo que un cliente muy cercano, Paco Candón, que trabaja en el sector de las chimeneas y entiende bastante de siderurgia, vino un día y vio que estábamos desarmando las pistas. Se quedó una noche en el Hotel Playa y nos ayudó a desarmar todas las pistas», recuerda Jose.  Javier García, el presidente del club, no reside en Rota, sino en Sevilla. La noche del tornado, se encontraba allí cuando recibió una llamada alrededor de las cuatro de la mañana. «Recuerdo que al principio pensé que era una broma. La noticia me desveló, y enseguida cogí el coche y me planté allí. El camino hacia el club parecía una película de terror, y conforme me acercaba, el panorama era desolador. Vimos una furgoneta con la chapa perforada por trozos de uralita de las casetas de la feria. Nos alegramos de que no hubiese víctimas, porque llega a pasar en otra hora y habría ocurrido una desgracia”.

La prioridad de Javier nunca fue el club en sí, sino asegurarse de que la tragedia no se hubiera cobrado ninguna víctima. Una vez confirmados los destrozos, la siguiente prioridad era salvar los puestos de trabajo. Y al final con mucho esfuerzo y dedicación, tras seis largos meses, lograron reabrir el club.

Sin la ayuda de los socios del club no hubiera sido posible. Foto de archivo del Club Pádel Rota

UN NUEVO COMIENZO.

Esta historia de resiliencia no pasó inadvertida en el municipio de Rota. El 1 de octubre de 2023, el propio ayuntamiento, en la entrega de premios a las personalidades y entidades destacadas del año, premió al club por su capacidad para solventar este gran problema. «La verdad es que no lo esperábamos para nada, lo único que queríamos era salir adelante y volver a la normalidad. Cuando me contaron la importancia del premio, me sentí muy orgulloso tanto del trabajo de la Junta Directiva como de los trabajadores», expresó Javier. Pese a no ser originario de Rota, hace 13 años Javier decidió aventurarse y comprar un piso en la villa. En principio, el piso iba a ser solo para el verano, pero su mujer consideró que no era rentable. Así que cada fin de semana, Javier baja a Rota con su familia. Su primer contacto con el club fue a través de las cervecitas después de jugar al fútbol. «Recuerdo venir al campito de fútbol que había antes aquí con mis amigos y, cuando terminábamos, nos quedaba cerca y veníamos muy a menudo. Al pádel jugué por primera vez con mis amigos en Dos Hermanas, y ahí comenzó mi afición por este deporte», relata Javier.

Durante sus fines de semana en Rota, el club se encontraba a escasos metros de su casa, lo que hizo que sus visitas fueran cada vez más frecuentes, especialmente después de descubrir su nueva pasión por el pádel. «Una de las grandes ventajas del pádel es que es un deporte muy social, ya que el partido se complementa con el post-partido. Así, empecé a forjar muchas amistades, lo que me hacía venir todos los fines de semana y estar en el club siempre que podía. A partir de ahí, mi vida social empezó a arraigarse en el club», explica Javier. En 2019, la anterior Junta Directiva, cansada y quemada por tantos años de gestión, dejó completamente vacante la dirección del club. Ante el miedo de perder ese espacio tan importante para él y sus amigos, Javier decidió lanzarse a la piscina y, junto con varios amigos, formar la Junta Directiva actual. «Todo surgió porque mi amigo Berna, tomando un café en El Liberto, me dijo: ‘Javi, ¿cogemos el club?’ Ahí empezó todo».

La directiva del Club recogiendo un premio otorgado por el Ayuntamiento de Rota, en febrero de 2024. Foto de archivo del Club Pádel Rota.

SE CAMBIÓ  LA MENTALIDAD: LA CANTERA PASÓ DE SER UNA ESCUELA A SER UN CLUB, CON EL OBJETIVO DE SACAR NIÑOS A COMPETIR

Una vez dentro, Javier y su equipo comenzaron a implementar cambios significativos. Uno de sus grandes proyectos fue la reestructuración de la escuela de pádel. «Hablamos con Adisport -el nombre de la escuela- para hacer cambios en las clases, por ejemplo que fueran menos numerosas, con el objetivo de que el club pudiera formar a niños para competir», explica Javier. La nueva directiva quería cambiar la filosofía del club, pasando de simplemente ofrecer clases a realmente marcar y alcanzar objetivos claros. «Veíamos que la escuela estaba acomodada, pasó un año y no se cumplieron los objetivos», señala Javier. Fue entonces cuando tuvieron la suerte de incorporar a Manolo Ruiz Arana, quien venía de dar clases en Suecia, en el club de Zlatan Ibrahimovic. «En esta nueva andadura con Manolo, también conseguimos atraer a Dani Laynez, un monitor siempre ligado a la preparación de los jóvenes. Los dos se encargaron de la escuela, son personas muy motivadas por la enseñanza infantil.» Gracias a estas incorporaciones, la escuela comenzó a formar más y mejores jugadores, que empezaban a disfrutar enormemente de la competición. Entre los talentos que emergen de la cantera destaca Julia Polo (1999), jugadora profesional que actualmente ocupa la posición número 74 del ranking FIP, y formada desde pequeña en el Club Padel Rota. “Tenemos cerca de 90 niños en la cantera del club, y estamos súper contentos de poder contar con ellos. Aún así, para que la escuela se autofinancie, es necesario el alumnado de adultos”. Para la Junta Directiva, cualquier beneficio es bienvenido, pero lo que más le motiva al club, profesional e institucionalmente, son los niños. “Los niños mueven el mundo. Yo vengo a jugar, y no viene nadie a verme; pero viene un niño, y viene el padre, la madre, el hermano, los abuelos, etc. Son la piedra angular de nuestro proyecto”. Para el club es un orgullo que los propios niños que ellos están formando en la cantera salgan a competir fuera del pueblo, vayan con sus entrenadores y lleven el escudo del club en su equipación. “Al final se está invirtiendo en el futuro. Yo no voy a estar aquí toda la vida”. Comenta Javier.

La escuela del club. Foto de archivo del Club Pádel Rota. 

LOS PLANES DE FUTURO.

El presente y futuro del Club Padel Rota se antoja prometedor. El esfuerzo por parte de todos los implicados en la catástrofe del tornado ha reforzado internamente a la institución, y prometen hacer cosas grandes. Javier García, el presidente del club, también comentó los proyectos que la Junta Directiva plantea instaurar.

Nos remontamos de nuevo a diciembre de 2022. Cuando el club estaba en el suelo, Javier Ruiz Arana, alcalde de Rota, expresó a la Junta Directiva la idea de techar las pistas: “Fue una idea que nos rondó la cabeza, y un socio del club que es ingeniero de estructuras nos preparó un anteproyecto”, cuenta el presidente. Este proyecto se aprobó en Asamblea, pero el presupuesto era inalcanzable en ese momento, ya que cuando se aprobó, el club se acababa de reconstruir tras el tornado. Por parte de la Directiva, este proyecto sigue en pie, pero todo requiere de su debido tiempo. “El proyecto que tenemos entre manos va más allá de techar las pistas, pero puede llegar a durar 25-30 años”.

En cuanto a los planes a corto plazo, hace poco se han cerrado dos nuevas propuestas que están ayudando mucho al club. La primera es la llegada de una nueva empresa a la zona de bar, llamada “PadelTopía”. Esta empresa busca llevar el bar a otro nivel, añadiendo platos y tapas más típicas de un restaurante, lo que atrae un público que trasciende más allá de la práctica del deporte. Esto significa que el Club Pádel Rota, además de un lugar donde practicar pádel, se está convirtiendo en el principal centro de ocio de la Villa de Rota, y aquí entra la segunda propuesta del club: “Que esto se haya convertido en un punto de referencia dentro del pueblo atrae anunciantes, lo que genera un ingreso extra para el club, ya que el dinero que se genera con el alquiler de pistas limitado: Las horas son las que hay, y las pistas las que son”. “Ibérica Roteña” es la empresa que ha empezado el camino, y el nombre de la pista 4 ha pasado a llamarse como el patrocinador.

Dios le da las peores batallas a sus mejores guerreros, y el Club Pádel Rota es el claro ejemplo de que a veces hay que dar un paso atrás para dar dos adelante. Su éxito es fruto de la determinación de todos aquellos que no quisieron perder lo que era suyo en aquella madrugada de diciembre de 2022. 

Un futuro esperanzador lleno de nuevos comienzos: Arriba, el nuevo servicio de bar "PadelTopía". Abajo, la primera pista patrocinada del club. 

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