Desembarcó en el Sur de España hace relativamente poco, pero ha llegado para quedarse. Esta es la impresión que da el momento que vive el pádel en Sevilla. La historia nos muestra que, pese a crecer día a día, aún tiene mucho que decir. Los clubes deportivos e instalaciones más importantes, al descubierto. Protagonistas y grandes promotores de la disciplina a orillas del Guadalquivir detallan las claves del exitoso funcionamiento y evolución de esta.

En un mundo en el que el fútbol no negocia su trono como deporte rey, con una historia que nos remonta al siglo XVII para encontrarnos con los primeros combates de boxeo o golpes de golf, cada vez hay más deportes contemporáneos que pretenden alzar la voz y atraer gente hasta convertirse en uno de los mayores reclamos para todas las edades. Un claro ejemplo de todo esto es el pádel. En primer lugar, debemos contextualizar la llegada de este deporte al territorio español y cómo ha sido su evolución con el paso de los años hasta convertirse en el país puntero en cuanto a jugadores, inversiones y torneos de todo el mundo. El pádel llegó a España a principios de la década de 1970 y, desde entonces, se ha convertido en uno de los deportes más populares del país. La historia de cómo el pádel se introdujo en España ha sido contada de varias maneras, pero la teoría más aceptada se relaciona con la llegada de un grupo de amigos argentinos, quienes eran amigos del propio Corcuera, que ya les había enseñado cómo era el deporte en México. Estos empresarios llevaron hasta España la idea y, junto con las caras más reconocidas del territorio, consiguieron construir las que fueron las primeras pistas de pádel. Una de las teorías de las que hablábamos antes es que el pádel fue introducido en España por el príncipe Alfonso de Hohenlohe, quien había jugado al pádel en México y quedó totalmente enamorado de este deporte tan prematuro hasta ese momento. De esta manera, quería difundir el deporte en su país natal. En 1974, el príncipe Alfonso construyó las primeras pistas de pádel en Marbella, en la Costa del Sol. Estas primeras pistas tenían el uso reservado para el propio príncipe y sus amigos. Sin embargo, pronto se popularizó entre la alta sociedad y fue inevitable su extensión por toda la península.
Andalucía es una de las comunidades autónomas más activas a día de hoy en lo que a la práctica del pádel se refiere. El sur de España ha conseguido, con hitos de todo tipo, que todo aquel que esté relacionado de alguna manera a dicho deporte mire a la región prácticamente como una cuna. Ya no es solo que una de las mayores figuras mundiales y en su día número uno como Paquito Navarro se haya curtido ni más ni menos que en el barrio sevillano de los Remedios o que Premier Pádel lleve varias edificios celebrando uno de sus torneos en la capital hispalense. Todo va un poco más allá. La realidad es que en Marbella, localidad malagueña famosa por su inagotable e intensa etapa estival plagada de gente de todo el mundo, se levantó la primera pista de pádel de la península. Dicha superficie se hizo, como se dice comúnmente en estos casos, a ojo, con 11 metros de ancho y 21 de largo (a día de hoy sí que mide 20x10). Es más, los primeros duelos en estas instalaciones no tenían reglas, se jugaban a 21 puntos y se pedía la vez para que fueran entrando y saliendo parejas de la pista. Tenía paredes laterales que acababan en curvas. Debido a que esto dificultaba la práctica del deporte con el tiempo se hicieron de forma más rectas. Como no podía ser de otra manera, Sevilla, capital de Andalucía y epicentro de la misma, ha tenido y tiene mucho que decir en la expansión a todos los niveles del pádel. Este llega a Sevilla alrededor de los años ochenta, cuando se empezaron a construir las primeras instalaciones en clubes y zonas deportivas de la ciudad. El Club Zaudín y el Club Bernier fueron de los primeros en apostar por el pádel, además de llevar a cabo algunas de las primeras competiciones que llamaron la atención de los sevillanos los cuáles empezaron a frecuentar el deporte. El pádel comenzaba a instalarse a orillas del Guadalquivir.Durante los años 90, el pádel ganó popularidad más rápido que nunca. Las pistas aumentaron. Se empezó a apostar por urbanizaciones y comunidades de vecinos que pudieron incluir pistas con las que las familias pudieron iniciarse en el pádel sobre todo en verano. Hay que tener claro que gran parte de culpa de que el pádel calara pronto y bien tiene que ver con la cierta simplicidad del juego, que hacía posible que gente de toda edad jugase y comprendiese el juego. Desde prácticamente los inicios de este deporte, la ciudad hispalense ha tenido un papel muy importante. Prueba de ello es que en el año 1992, junto a Madrid, fue la sede del primer mundial de pádel. Este mundial marcó un antes y un después en la historia del deporte, ya que era la primera vez que los mejores jugadores del mundo se reunían en un mismo lugar para enfrentarse entre ellos. Aprovechando el evento de la Expo 92, la FIP (Federación Internacional de Pádel) decidió que el torneo se jugara en Madrid y que la final de este mundial se disputara en el recinto de este evento que se estaba celebrando en Sevilla en ese momento. La victoria en la categoría masculina caería del lado de la selección argentina y, en la parte femenina, para las jugadoras españolas. Se podría decir que el pádel ha pasado en apenas 30 años de ser algo novedoso y accesible para un pequeño porcentaje de la población a ser parte de la vida deportiva y social de una de las ciudades más importantes de España y conocida a nivel mundial. El futuro de dicha disciplina parece ser más que prometedor y todo apunta a que cada vez serán más los que lleven consigo una pala en la mano.


Imágenes del Club Quiero Padel Sevilla.
A partir del año 2000, el pádel en Sevilla se consolidó como un deporte de gran relevancia. Se empezaron a celebrar competiciones más formales y de mayor envergadura, incluyendo campeonatos regionales y nacionales. La creación de la Federación Andaluza de Pádel también fue un impulso significativo, ya que permitió la organización de ligas y torneos de manera estructurada y profesional. Los años pasaban y la pasión por este deporte crecía de manera exponencial, así como el nivel de los jugadores sevillanos, que ya despuntaban en las competiciones del circuito profesional de la época (Padel Pro Tour). Son muchos los nombres que nos vienen a la cabeza cuando hacemos referencia a estos primeros jugadores sevillanos que despuntaron mundialmente: Paquito Navarro, Gonzalo Rubio o Javi Pérez son algunos de estos precursores que demostraron que el pádel sevillano tenía la suficiente calidad para enfrentarse a los mejores del mundo. Poco a poco, el pádel fue llamando la atención de aquellos particulares que disponían de algún terreno donde se pudiera construir una pista de pádel, algo que unos años antes era impensable. Como forma de negocio, en ese momento ya era una opción que no sonaba tan descabellada. A partir de la crisis de 2008, estos terrenos y naves industriales bajaron de precio de manera considerable, y esa fue la oportunidad que muchos tomaron para comenzar a montar los clubes de pádel que los sevillanos frecuentan en la actualidad. Estos clubes cuentan con unas características propias que hacen que se diferencien unos de otros. A lo largo del reportaje se darán a conocer instalaciones de todo tipo que suman una gran importancia en lo que al crecimiento del pádel en la ciudad respecta. Además, importantes protagonistas detallarán los entresijos más desconocidos dentro de estos complejos. La primera de las paradas en este reportaje se sitúa en pleno corazón del barrio más laureado de Sevilla. Este no es otro que el barrio de Triana, donde en la concurrida calle conocida como Esperanza De Triana se encuentra el club “Quiero Pádel”. Dichas instalaciones funcionan desde agosto del 2014 y, a pocas semanas de que se cumplan diez años de su nacimiento, el club ha crecido de tal manera que cuenta con monitores, alumnos, familias y amigos que deciden pasar la tarde disfrutando del pádel en sus instalaciones cada día. Quiero Pádel se trata de un club outdoor, con seis pistas al aire libre en las que podemos observar a gente de todas las edades disfrutar de esta moderna pero cada vez más instalada disciplina. Todas estas pistas están rodeadas por paredes de cristal templado y cuentan con una malla supletoria a los cuatro metros de verja que debe tener cada pista para facilitar la recogida de bolas al terminar un punto, lo que permite una mayor agilización del juego. Tal y como podemos observar en las imágenes realizadas por los miembros del reportaje, en una misma franja horaria se juntan niños con ganas de iniciarse en el deporte, adolescentes que practican para mejorar su juego e ir a más y personas adultas cuyo mayor objetivo es pasar un buen rato y hacer deporte en familia o con amigos. Gracias a este tipo de instantáneas está claro que el pádel no tiene edad y que atrae a todo tipo de gente aunque los objetivos a la hora de jugar no sean los mismos.


imágenes de el club "El Remate"
Camino de Sevilla Este, a escasos metros de la famosa discoteca Occo, se encuentra uno de los clubes deportivos más laureados de la zona. Este no es otro que “El remate Pádel Club”, cuyas instalaciones tienen la particularidad, única en el reportaje, de ser indoor. El club cuenta con seis pistas bajo techo, de cristal templado. El complejo gana mucho con respecto a la gran mayoría de estos en Sevilla, ya que al estar techado evita todo tipo de circunstancias climáticas que pudieran afectar a la práctica deportiva. De hecho, en invierno la cantidad de jugadores que acuden a las pistas se multiplica por esta razón. Además, la pista está perfectamente climatizada para disfrutar los meses de verano. Ignacio Pérez, recepcionista y monitor del club desde hace años, cuenta cómo avanza el pádel día a día y el funcionamiento de las instalaciones: “La realidad es que en los últimos años el pádel ha crecido bastante aquí en Sevilla. Cuando empezamos en un principio la afición por esto no era tanta, no venía tanta gente al club. Sin embargo, desde hace un tiempo hasta ahora da gusto trabajar en un sitio como este. Ves gente jugando al pádel a todas horas y de todas las edades. No solamente familia y amigos que vengan a echar el rato y moverse un poco. También tenemos la escuela, con monitores que cuentan con niños que se apuntan desde pequeños hasta adultos que lo que quieren es aprender y tener más exigencia en base al entrenamiento. Aquí viene mucha gente con buen nivel y que se prepara para torneos y competiciones a nivel provincial y andaluz. Esto cada día va a más y es una alegría, sobre todo para los que llevamos luchando años por darle visibilidad a esto, que el pádel esté llegando a estas dimensiones en una ciudad como Sevilla.”
No todo iba a ser hablar de clubes construidos por particulares y es que la fiebre del pádel ha llegado aún más allá y ya hasta las universidades incluyen en sus campus pistas para que los estudiantes puedan practicar el deporte, la propia Universidad de Sevilla ofrece a sus alumnos la posibilidad de formarse en este deporte en el El Servicio de Actividades Deportivas de la Universidad de Sevilla (SADUS). Un complejo situado en los barrio de los Bermejales y que no solo incluye 10 pistas de pádel sino que también cuenta con campo de fútbol, pista de tenis, baloncesto y una multitud de opciones que permiten a los integrantes de la universidad practicar los deportes más comunes. Centrándonos en el pádel, como hemos comentado anteriormente, la universidad de Sevilla cuenta con 10 pistas de las cuáles dos de ellas están fabricadas con cristal templado y las ocho restantes son de muro. La Universidad de Sevilla organiza cada cuatrimestre del año escolar un torneo en el que los alumnos que consigan llegar a la ronda de semifinal obtendrán unos créditos para así fomentar la práctica del deporte, en estos torneos podrán participar alumnos que estén matriculados en cualquier grado universitario dentro de la propia universidad. Aún así, las pistas pueden ser reservadas para cualquiera y de hecho, podemos ver cómo en estas pistas suelen estar ocupadas por los vecinos de la zona que no son universitarios.

Imagen de las pistas que se encuentran en el SADUS.
Uno de los momentos cumbres del reportaje llega con la visita al Edificio Estrella Este. El desplazamiento, en este caso, se dio hasta Sevilla Este, más concretamente a la avenida de las ciencias número 37. Allí, cerca de las oficinas de Correos o del Sloopy Joe´s, se encuentra dicho complejo que a priori no esconde más que pisos e infraestructuras típicas de este tipo de apartamentos. Sin embargo, los vecinos del 37 de dicha avenida pueden presumir ya que entre sus paredes interiores y patios se encuentra una reliquia al alcance de muy pocos. La realidad es que, justo al lado de la piscina comunitaria de dicho edificio y de las zonas verdes que acompañan a los vecinos y que sirven como zona de juego para los más pequeños, se encuentra una de las pistas de pádel más antiguas de todo Sevilla. Dicho edificio cuenta con esta única pista de pádel que se erige en el patio interior del complejo nada más y nada menos que desde 1991. Como no puede ser de otra manera, esta emblemática pista para los vecinos del barrio de Sevilla Este ha visto de todo y por ella han pasado personajes más que importantes para el desarrollo y la expansión del pádel a orillas del Guadalquivir. Sin irnos más lejos, Pablo Del Castillo, padre del actual número 56 del ranking mundial de la FIP (Federación Internacional de Pádel), Mario Del Castillo, tuvo su época como entrenador e instructor de pádel en dichas instalaciones. Estas no están disponibles solo para los vecinos, sino que gente de todo el barrio y de la ciudad acuden para hacer deporte y disfrutar en una de las pistas con más historia de Sevilla. Ale Guerra, vecino de la zona, amante del pádel y conocedor de la historia de la pista habla con orgullo sobre el hecho de poder contar con esta reliquia y cuenta un poco sobre sus inicios: “Mi familia se mudó aquí cuando yo era pequeño. Yo llegué al edificio sin saber qué era el pádel, pero la pista ya estaba y era lo que había para divertirntos en el patio llamaba a mis amigos para jugar al pádel y me preguntaban qué era eso. Poco a poco se fue instaurando en el barrio, venía gente a apuntarse a partidos y torneos en un viejo tablón que había y algunos incluso venían únicamente a ver la pista o interesarse por el deporte".

Imagen de la pista de la urbanización de Ale Guerra, una de las primeras pistas de toda Sevilla.
"Al fin y al cabo, el tener esto aquí fue muy importante. Cuesta verlo a simple vista, pero el que esté acostumbrado y haya pasado horas y horas en una pista de pádel se da cuenta de que esta es un poquito más grande de lo normal. Lo que digo, por poco, por centímetros, apenas se nota pero es así y tiene que ver con su antigüedad. Se ha ido retocando con el paso de los años porque el juego así lo requería, pero sigue manteniendo su esencia. Antes las paredes laterales terminaban en forma de pico y las verjas no estaban ancladas al suelo. Para nosotros, los vecinos, es algo especial. Al fin y al cabo esto no es un súper complejo ni un club dedicado especialmente a esto. El hecho de tener algo así en una comunidad de vecinos aparentemente común, para los que nos gusta esto, es un orgullo”. Por último, nos encontramos con el club que probablemente ofrezca las mejores instalaciones a sus consumidores, ya que cuenta con un total de 7 pistas de cristal templado, todas ellas con moquetas renovadas que elevan al máximo la experiencia de juego. Estamos hablando del Galisport Happiness Club, situado en el barrio del Porvenir, un complejo que no solo incluye grandes instalaciones para disfrutar del pádel, sino que también cuenta con un gimnasio interior de unas cuatro plantas, todas ellas equipadas con las mejores máquinas para el entrenamiento. Por estas instalaciones pasan más de 500 alumnos de toda Sevilla que acuden cada semana para mejorar su técnica y relacionarse con más personas a las que les apasiona este deporte. Galisport es un centro en el que hay espacio para todo tipo de perfiles, personas que quieren comenzar en el deporte, personas que ya llevan años y quieren dar un salto de calidad en su juego e incluso podemos ver a jugadores profesionales entrenar en este club como es el caso de la número 22 del ranking de la FIP, Victoria Iglesias, o de la joven promesa del pádel sevillano Santiago Pineda que a sus 17 años ya ha sido campeón del mundo con la selección española. Contamos con las palabras del instructor de pádel del club, Pablo Diánez, que nos cuenta como ha sido corto paso por el club como entrenador “Yo siempre he jugado en mi ciudad natal, Jerez, y hace 5 años vine a vivir a Sevilla para poder formarme aún más como entrenador. Desde el principio, me recomendaron este club y desde que estoy aquí me he sentido muy a gusto y trabajar aquí me ha dado la oportunidad de conocer a grandes compañeros, que hoy en día considero mis amigos. Lo que me llevo de estos 3 años son las personas que me ha dado este deporte”. En definitiva, gracias a este viaje a través de los clubes e instalaciones más importantes de la ciudad, queda claro que el futuro del pádel en Sevilla es más que prometedor. Donde antes sólo había campos de fútbol o canchas de baloncesto, en los últimos años siempre ha habido sitio para el pádel. El hecho de que Premier Pádel traiga uno de sus circuitos aquí, cuando hace años era impensable, alaba más este crecimiento. La afición respondió. Las gradas de La Cartuja se abarrotaron para ver jugar a los mejores del mundo. No todos los deportes pueden presumir de ello. Sevilla demuestra cada vez que puede su compromiso y cariño al pádel y este no duda en devolverlo. No lo olviden, lo mejor está siempre por llegar.

Imagen de Pablo Diánez entrenando en el Galisport y en la parte inferior una instantánea de la pista central del club.
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